miércoles, 5 de septiembre de 2007

Sigue la ceremonia de la confusión

Diversas noticias recogidas de las ediciones digitales del Diario de Navarra y de El Pais del día de ayer parecen certificar que el maquiavelismo de Zapatero en relación con Navarra pasa por la continuación de la ceremonia de la confusión.

La primera noticia la protagoniza el Foro para el Relanzamiento del Socialismo. Este grupo del PSN, crítico y renuente a las decisiones de Ferraz, formado por militantes de la Comarca de Pamplona, Alsasua y Zona Media y Tierra Estella, afirma que pactar con «la derecha» en la designación del senador autonómico y de otros cargos institucionales ahondará «en el descrédito político del PSN-PSOE». Para dicho colectivo, la estrategia que se establezca en la configuración de dichos órganos y referentes institucionales «marcará el papel que el proyecto socialista» tendrá para recuperarse como «referente del bloque de progreso» o ser «apoyo o deudor subordinado del bloque conservador». Por otro lado, el Foro expresó su preocupación por las consecuencias que la conformación del Gobierno de Navarra en minoría de UPN-CDN puede tener en «la situación política e institucional» de gobiernos municipales apoyados o conformados por el PSN-PSOE y «otras fuerzas de progreso» (Nafarroa Bai e Izquierda Unida) a raíz del acuerdo del 15 de junio, en referencia a los de ayuntamientos de Barañáin, Burlada, Zizur Mayor, Villava, Alsasua y Olite. Así, «desde el más absoluto respeto al ámbito estatutario de decisión», el Foro instó a las direcciones de PSN y del PSOE a que fortalezcan estos gobiernos municipales, «mediante la profundización en la colaboración institucional, la síntesis programática y la mutua lealtad entre las formaciones políticas referidas». También reclamaron que se configuren «alianzas políticas dentro de la mayoría social de progreso, a ser posible bajo dirección socialista, evitando la connivencia estratégica con la derecha política», cumplimiento así «las resoluciones congresuales del octavo congreso del PSN-PSOE».

La segunda noticia tiene más enjundia. Su protagonista es el fracasado cabeza de lista del PSN al Ayuntamiento de Pamplona, el arquitecto Javier Torrens, y gira en torno a la conducta política que mantendrá el PSN con respecto a ANV, partido que, en la lotería de legalizaciones e ilegalizaciones pactada entre el PSOE y la izquierda abertzale, obtuvo el marchamo de la legalidad en Pamplona. Recordemos que el primer desaire que el PSN mostró a Nafarroa Bai fue precisamente ceder la alcaldía de Pamplona a Yolanda Barcina, la candidata de UPN, en detrimento de la opción representada por Uxue Barkos porque los socialistas dijeron que de ninguna manera podían coincidir en el sentido del voto con ANV. Pues bien, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por los otros tres ediles del grupo municipal, Maite Esporrín, Jorge Mori y Eduardo Vall, y en la que dieron a conocer su organización interna y varias propuestas políticas, al ser preguntado sobre si tendrían inconveniente en coincidir en el voto con ANV, Torrens señaló que tras las elecciones municipales ya dijeron y siguen manteniendo que no gobernarían con esa formación, pero precisó que «sí» se apuntarán a «propuestas buenas para los ciudadanos, buenas para la ciudad, que estén en nuestro programa o en el de otros, pero que entendemos que son necesarias». «En esos casos podríamos admitir la colaboración o el apoyo de ANV», anunció el edil, quien subrayó que «en ningún caso una propuesta nuestra que esté votada por ANV la vamos a retirar, ni tampoco las de los demás grupos e incluso si ANV hace una propuesta que nos parece interesante para la ciudad y los ciudadanos la apoyaremos». Asimismo, Torrens incidió en que «la correlación de fuerzas de los grupos municipales y las pérdida de mayoría absoluta de UPN que debe gobernar en minoría coloca al grupo socialista en una situación privilegiada con grandes posibilidades de imponer y acordar» el contenido de su programa electoral que consideran «ambicioso y muy bueno para la ciudadanía». Tras apuntar que su grupo» tiene posibilidad real de ser la llave de la solución de muchos de los acuerdos y las propuestas municipales», señaló que, tanto en las iniciativas que puedan presentar con el resto de la oposición como con el equipo de gobierno, buscarán «siempre el máximo consenso en los acuerdos». En relación con el proceso de elección de presidente de la Mancomunidad de Pamplona, dijo que compete a la Ejecutiva de su partido presentar un candidato y negociar con los diferentes grupos, si bien opinó que «la cosa está bastante complicada».

La última noticia tiene visos de tragicomicidad (es decir, sería trágica, al menos para cualquier navarro que se precie, si no fuera cómica), preguntándose uno cuáles son los motivos de que figure en portada de la edición digital vespertina de El País del día de ayer. Narra, en plan chascarrillo total, la normalización de las relaciones personales entre Zapatero y Jaime Ignacio Del Burgo en la cafetería del pasillo del Congreso. Según nos cuenta el diario del grupo PRISA, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, transmitió ayer al diputado de UPN Jaime Ignacio del Burgo que está dispuesto a una "mayor colaboración" con este partido en Navarra "si las cosas van bien" durante los próximos meses y no surgen problemas entre los Ejecutivos central y foral. Zapatero y Del Burgo mantuvieron una conversación "privada y muy cordial" en la cafetería del Congreso de los Diputados que sirvió para intercambiar pareceres y hacerse algunos reproches, pero siempre en un tono "muy cariñoso", según ha explicado el propio diputado del Grupo Popular. La conversación fue divertida", ha puntualizado. "Cuando estábamos en el escaño me había hecho un gesto con la mano como diciendo 'te voy a dar'. Después, en el bar, se acercó a mí cuando ya me marchaba. Yo me puse de espaldas a la pared con los brazos en alto diciendo 'a ver por qué se me va a fusilar'". Siempre según la versión del diputado popular, Zapatero le comentó que durante las vacaciones le había escuchado decir "unas cosas durísimas un domingo por la mañana en la Cope" sobre el posible pacto de Nafarroa Bai y el Partido Socialista para gobernar la comunidad autónoma. Del Burgo justificó sus palabras en la emisora de la Conferencia Episcopal por el contexto" político que se vivía aquellos días en Navarra y aprovechó para preguntar a Zapatero si existe algún "pacto" secreto entre PSN y Nafarroa Bai para presentar una moción de censura a Miguel Sanz y arrebatarle el poder después de las elecciones generales.

El jefe del Ejecutivo tranquilizó a Del Burgo y le aseguró que "la relación se puede estrechar con el gobierno de UPN si las cosas van bien" durante los próximos meses. Entre medias, se sumó a la charla el socialista Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, para apuntar en tono de broma que "estos católicos tienen poca fe" en el futuro de Navarra. La réplica del diputado de UPN fue inmediata: "Hasta Santo Tomás dudó". La conversación entre el presidente del Gobierno y el portavoz de UPN avanzó poco a poco hacia otro tipo de cuestiones, pero manteniendo el clima de "máxima cordialidad".

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