martes, 4 de septiembre de 2007

Otro editorial de El Pais

Los editorialistas de El Pais vuelven hoy a la carga, con un editorial titulado Las razones de Ferraz, tratando de proporcionar legitimidad a las decisiones tomadas por la dirección del PSOE en relación con Navarra. El editorial dice lo siguiente:

“La razón fundamental de la dirección del PSOE para no avalar una coalición con NaBai para gobernar Navarra fue el insuficiente resultado electoral del PSN. Así lo aclaraba el presidente Zapatero en la entrevista publicada el domingo en este periódico, y así lo explicó el sábado en Pamplona el secretario de organización, José Blanco. Zapatero considera relevante el hecho de que los socialistas fueran la tercera fuerza, y también que la coalición que venía gobernando con Sanz de presidente alcanzara el 46% de los votos. Tanto Zapatero como Blanco dijeron que la posición finalmente acordada había sido la de la dirección socialista desde el primer momento.

Si esto es así, hubo un problema de comunicación. Lo ministros y portavoces dijeron al hacer balance de los resultados del 27-M que la derecha había perdido el Gobierno de Navarra (al igual que los de Canarias y Baleares), y que la política de alianzas en la comunidad foral la decidirían los socialistas navarros. Y como estos se inclinaban por intentar gobernar con NaBai (e IU), se dio por supuesto que eso era lo que quería Ferraz (y La Moncloa). Al no dejarlo claro, las conversaciones con la coalición nacionalista llegaron hasta el acuerdo programático, lo que no es poca cosa; encallaron en la discusión del reparto de carteras, en la que el PSN planteó unas pretensiones impropias de un partido que había sido tercera fuerza.

Los argumentos que ha dado Blanco son razonables. La debilidad socialista (12 escaños sobre 50, frente a los 22 de UPN), unida a la heterogeneidad de NaBai (coalición de cuatro partidos) haría muy vulnerable al Gobierno alternativo. Y ofrecería flancos a la crítica de la derecha en temas como la relación con ANV (la pantalla de la ilegal Batasuna) o la propuesta de referéndum soberanista de Ibarretxe, que sin duda apoyaría una parte de la coalición. Un fracaso del experimento por escasa cohesión interna, más el riesgo de un efecto electoral negativo en el conjunto de España, eran razones para que Ferraz optase por descartar la alternativa.

Pero al permitir que las cosas llegaran demasiado lejos, esa dirección creó expectativas que se vieron defraudadas y tuvo que recurrir al criterio de autoridad para hacer frente a quienes la desafiaron votando una resolución cuando Ferraz ya había zanjado. Algo así habría sido conflictivo en cualquier momento, pero hasta hace unos años a nadie se le habría ocurrido cuestionar que la última palabra en materia de pactos la tiene la dirección central del partido. Ahora eso no puede darse por establecido”.

Según se ve, dan por buenas las razones esgrimidas por Blanco en Pamplona el pasado sábado y por Zapatero en entrevista en el mismo El País el domingo. Esas razones apuntaban al insuficiente resultado logrado por el PSN y a la entidad de la mayoría minoritaria de UPN. Con todo, los editorialistas de El Pais expresan su estupor ante las afirmaciones de aquellos dirigentes de que la dirección del PSOE había tomado desde el mismo 27 de mayo la decisión de dejar gobernar en minoría a UPN, por cuanto manifestaciones posteriores emitidas desde Ferraz afirmaban tanto la posibilidad de desalojar a la derecha del gobierno de Navarra como la autonomía del PSN a la hora de tomar decisiones, cuestiones ambas que finalmente llevaron a que las conversaciones con Nafarroa Bai llegaran hasta el acuerdo programático, lo que, en opinión de los mismos editorialistas, “no es poca cosa”.

Sin embargo, del asombro no se sigue imputación profunda alguna referida a la conducta del PSOE, sino más bien una exculpación. Las flagrantes contradicciones apuntadas entre lo manifestado por Blanco y por Zapatero y la sucesión de los mismos acontecimientos acontecidos son resueltas por los editorialistas del periódico de PRISA con el manido recurso de echar balones fuera. La culpa la tienen, en primer lugar, presuntos problemas de comunicación que se habrían registrado entre el PSN y el PSOE, provocados por la tendencia de las organizaciones territoriales del partido socialista durante los últimos años a “cuestionar que la última palabra en materia de pactos la tiene la dirección central del partido”. Pero, sobre todo, la responsabilidad recae en factores relacionados con Nafarroa Bai, no con la actitud mantenida por esta formación durante todos estos últimos meses, sino con hipotéticas disensiones que podrían tener lugar en el seno de esta coalición. Los comentaristas de El Pais se refieren a que la heterogeneidad de la misma debilitaría un posible gobierno tripartito debido a que cuestiones como las relaciones con ANV o las actitudes ante un hipotético referéndum convocado en la CAV serían elementos de división entre los partidos integrantes de NaBai. Dejando de lado la cuestión de ANV que merece un extenso tratamiento por separado y cuya gestión principal y prevalente ha correspondido y corresponde en exclusiva al PSOE, el último argumento de los citados es, a nuestro juicio, ciertamente peregrino. En el acuerdo programático de gobierno consensuado por el PSN, Nafarroa Bai e IU (y que, por cierto, los comentaristas madrileños ningunean una y otra vez, haciendo oídos sordos a sus contenidos) quedaba claro que se aceptaba sin ambages el marco institucional navarro. Ergo, cualquier cuestión que se hubiera planteado en la CAV habría sido debatida solamente en la CAV, siendo objeto de discusión exclusivamente allí.

No hay comentarios: